miércoles, 27 de febrero de 2013

Resumen del texto argumentativo: actividad para 3º A y 3º C

Para iniciarnos en el resumen de textos argumentativos vamos a partir de ejemplos breves y sencillos. A continuación tienes una carta que Alberto Gómez Vaquero envió al diario El País al hilo de una discusión acerca de la legalidad o ilegalidad de las descargas electrónicas de música, cine, libros... Gómez Vaquero critica en su misiva algunas ideas de Fernando Savater y Javier Marías. El propio Savater, días más tarde, le respondió en el mismo periódico con otra carta que seguidamente se reproduce también. Debes resumir en primer lugar el texto de Gómez Vaquero y a continuación el de Savater. 

Duele ver a gente seria, como Javier Marías o Fernando Savater, sosteniendo en su periódico posiciones a todas luces insostenibles y tachando a los usuarios que comparten archivos ni más ni menos que de delincuentes. Lo que no entienden ni Javier Marías ni Fernando Savater ni muchos otros es que la única forma de actuar contra el intercambio de archivos es interceptando las comunicaciones de los usuarios para conocer qué descargan y qué no, lo que supone vulnerar su derecho a la intimidad y al secreto de las comunicaciones.
Duele ver cómo personas por lo general tan comprometidas con los derechos humanos como Goytisolo o Agustín Almodóvar cambian de bando por un puñado de dólares y prefieren vivir en un Estado en el que la industria del cable se convierte en policía y donde los ciudadanos pueden ser espiados sin orden judicial previa como si de un Estado fascista se tratase.
Yo soy escritor. Pienso seguir siéndolo. Pero no me veo representado en absoluto por los artistas que han salido en su periódico a defender la cultura ¿Me gustaría vender más libros y vivir de ello? Sí. Pero, ¿me gustaría hacerlo a costa de vivir en un país en el que los derechos fundamentales son sometidos a los intereses de la industria cultural? No. Alberto Gómez Vaquero . Madrid.

En su carta del lunes 27, el señor Gómez Vaquero se duele de vernos a Javier Marías y a mí sosteniendo la postura "a todas luces insostenible" de perseguir en la Red los delitos contra la propiedad intelectual. Nos reprocha no entender que la única forma de hacerlo es interceptar las comunicaciones de los usuarios para saber qué descargan y qué no, "lo que supone vulnerar su derecho a la intimidad y el secreto de las comunicaciones". De modo que es a todas luces insostenible buscar medios para prevenir o castigar cualquier delito en Internet, sea la pederastia, el terrorismo o el robo de patentes, porque combatirlos exige una injerencia cuasi-fascista en ese santuario donde todo debe estar permitido y no debe regir más ley que la buena voluntad o la falta de escrúpulos. Incontrovertible. Gracias por sacarme de mi error, señor Gómez Vaquero.- Fernando Savater. San Sebastián, Guipúzcoa.

lunes, 25 de febrero de 2013

Actividad para 1.ºC, I.E.S. Alfonso II. Las huellas de los dinosaurios

 Los dinosaurios, al desplazarse sobre un sedimento (fango o arena), producían una serie de impresiones a las que denominamos huellas de pisada. Cuando estas últimas se conservan fosilizadas en una capa o estrato, se las denomina también icnitas. En un primer momento, en la preservación de las huellas juegan un papel fundamental distintas características físicas de la superficie donde pisan (tipo de sedimento, contenido en agua, textura, etc.). Las condiciones óptimas del terreno se corresponden con sedimentos arcillosos con un grado intermedio de consolidación y elevada plasticidad. Podemos pensar en el barro de una charca que se empieza a secar pero que todavía conserva cierta humedad como un ejemplo actual de medio idóneo para registrar huellas de pisada de animales. Sin embargo, los procesos geológicos posteriores a la formación de las huellas serán decisivos para que éstas fosilicen y se conserven hasta la actualidad: las depresiones producidas por las extremidades de los dinosaurios no deben de verse afectadas por procesos que las destruyan, como las corrientes de agua, el oleaje o las pisadas de otros vertebrados. Posteriormente, las huellas han de rellenarse con nuevos sedimentos, preferentemente de distinta naturaleza a la del sustrato donde se han formado; de este modo se evita que las icnitas sean borradas rápidamente por la erosión. Además de indicar el lugar exacto por el que pasó el animal, la observación de una icnita permite deducir, por ejemplo, si el dinosaurio era grande o pequeño, herbívoro o carnívoro, su hábito de locomoción bípedo o cuadrúpedo, la forma aproximada, el número de dedos de los pies o de las manos y si se trataba de la huella de una extremidad derecha o izquierda.  

               
             

(C. García-Pumarino, J. C. Martínez, L. Piñuela y M.ª E. Díaz, Un recorrido por la Costa de los Dinosaurios; J. C. García- Ramos, L. Piñuela y F. Ortega, La costa de los dinosaurios Adaptación)

 

Actividad para 1.ºC, I.E.S. Alfonso II. Los dinosaurios: generalidades



El término dinosaurio (‘lagarto terrible’) fue acuñado en 1842 por el paleontólogo inglés Richard Owen. Se trata de un grupo de reptiles terrestres (animales con columna vertebral, cuatro patas y piel impermeable cubierta de escamas) que habitaron el planeta durante la era mesozoica, constituida por tres periodos: Triásico, Jurásico y Cretácito. En concreto, aparecieron en la segunda mitad del Triásico (hace unos 230 millones de años) y se extinguieron, en su mayoría, al final del periodo cretácico (hace 65 millones de años), lo que indica una permanencia en la Tierra de alrededor de 165 millones de años. En la era siguiente, el cenozoico, no sobrevivió ningún dinosaurio, pero sí  sus descendientes, las aves.
     De forma tradicional los dinosaurios se han clasificado atendiendo a la disposición de los huesos de la cadera en dos grandes grupos: los ornitisquios (cadera de ave) y los saurisquios (cadera de reptil) entre los que se incluyen, contrariamente a lo que cabría esperar, las aves. Atendiendo a la forma de desplazarse, los dinosaurios se dividen en bípedos y cuadrúpedos. Dentro de los primeros, se incluyen aquellas formas con extremidades delanteras mucho más cortas que las traseras y no adaptadas para soportar el peso del cuerpo durante la locomoción. Los dinosaurios cuadrúpedos, por el contrario, tienen las extremidades anteriores y posteriores con una longitud similar, lo que les permite repartir el peso del cuerpo a parte iguales. Un estudio detallado de los dientes, huesos, coprolitos (heces fósiles), gastrolitos (piedras ingeridas por algunos dinosaurios) e incluso de las huellas, permite a los científicos obtener pistas para conocer el hábito alimentario de los dinosaurios. Así, atendiendo a su dieta, se han establecido dos grandes grupos: los carnívoros y los vegetarianos. 

(C. García-Pumarino, J. C. Martínez, L. Piñuela y M.ª E. Díaz, Un recorrido por la Costa de los Dinosaurios. Adaptación)