viernes, 30 de noviembre de 2012

Los muertos no están muertos

 


Cuando Garcilaso de la Vega (1501-1536) escribió su soneto XIII (que los expertos datan ya en su época napolitana en torno a 1533) el modelo que estaba siguiendo era el de las Metamorfosis (Libro I, vv. 452 - 566) de Ovidio (43 a.C.-17 d. C.). En su poema Garcilaso cuenta cómo la ninfa Dafne se transforma en un laurel al tratar de escapar de las garras del lujurioso dios Apolo: 

A Dafne ya los brazos le crecían
y en luengos ramos vueltos se mostraban;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos qu'el oro escurecían; 
de áspera corteza se cubrían                  
los tiernos miembros que aun bullendo 'staban;
los blancos pies en tierra se hincaban
y en torcidas raíces se volvían. 
Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecer hacía              
este árbol, que con lágrimas regaba.
¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón por que lloraba! 

De hecho, Petrarca (1304-1374) utilizaba muy a menudo en su Cancionero la historia de Apolo y Dafne porque laurel  se dice en italiano lauro y con ello Petrarca lograba referirse mediante un juego de palabras a su amada Laura. 
Hoy día estas transformaciones nos parecen raras y, sin embargo,  para sorpresa de Garcilaso si viviera, a las que más estamos acostumbrados es a las que convierten a los seres humanos en zombies. El joven poeta Jorge Fernández Gonzalo (1982) supo verlo y decidió volver a lo zombie el texto de Garcilaso: 

A Dafne ya los brazos le caían 
y en huesos y en tendones se mostraban;
y cual madeja vi que se tornaban
los cabellos que ahora oscurecían.
De pústulas y costras se cubrían
los tiernos miembros, que aún bullendo estaban:
los blancos pies en tierra se clavaban,
y en inmundos andrajos se volvían.
Aquel que fue la causa de tal daño, 
a fuerza de morder, menguar hacía
al cuerpo de la ninfa, ya difunto.
¡Oh miserable plaga! ¡Oh mal tamaño!
¡Que con morderla disminuya al punto
la causa y la razón que perseguía!

La práctica de transformar la temática de un poema con la menor intervención posible era habitual ya en el propio siglo XVI, cuando se volvían a lo divino los poemas más famosos de Garcilaso, esto es, alterando levemente los poemas amorosos del toledano para transformarlos en poemas de amor a Dios. En los versos de las páginas 163-165 de este enlace puede verse tal procedimiento. 
No debemos pensar que solo los poetas obran así. Esta manera de proceder es muy habitual. La popular serie televisiva House, por ejemplo, esta protagonizada por un personaje, el Dr. Gregory House, que no es sino una reelaboración del famoso detective Sherlock Holmes
Fíjate por último en el siguiente sketch de José Mota, en el que se combinan distintas obras clásicas de la literatura española con La guerra de las galaxias:




¿Serías capaz de encontrar tú algún ejemplo similar? ¡Adelante!